- Rendimiento fiable en recursos dedicados
- Precios transparentes con ancho de banda ilimitado
- Soberanía de datos y libertad de elección
Sin competencia por los recursos, sin variaciones de rendimiento, sin “vecinos ruidosos”: tu cloud privada funciona en hardware dedicado que es solo tuyo. Tus aplicaciones reciben un rendimiento constantemente alto, con CPU y memoria garantizados. Escala de forma precisa según tus condiciones, sin sobreaprovisionamiento ni límites ocultos de capacidad. Con el control total de tu entorno, tú estableces las reglas de rendimiento.
Creemos en la transparencia: una única tarifa mensual cubre todo lo que necesitas. Sin trucos de precios basados en el uso, sin cuotas de recursos, sin facturas sorpresa, sin actualizaciones forzadas disfrazadas de “optimizaciones”. En lugar de pagar por cada transferencia de datos, llamada API o funcionalidad, obtienes un precio fijo, sin costes ocultos. El ancho de banda ilimitado viene de serie y no existen cargos de salida.
Alojada en centros de datos europeos con certificación Tier 3, tu cloud privada permanece aislada. Define reglas de firewall, capas de cifrado y credenciales de acceso, garantizando una estricta soberanía de datos y cumplimiento normativo. Construida sobre fundamentos open-source, eres libre de ejecutar cualquier sistema operativo o aplicación sin restricciones impuestas por el proveedor, manteniendo la propiedad total y sin riesgo de lock-in a largo plazo.